Los protozoos son los más simples de los animales y los rizópodos, entre ellos la ameba, son los más simples de los protozoos. Son los primeros seres vivientes que aparecieron en tierra; simples células, pero viven como nosotros, que tenemos el cuerpo formado por miles de células. Esta simplicidad hace que las amebas se acomoden a todos los medios: al agua, la humedad de los musgos, la tierra e incluso algunas viven dentro del intestino humano. Una de ellas, la "Entamoeba hystolítica", es un parásito africano particularmente nefasto; produce la dolorosa disentería amebiana.
La ameba no tiene forma propia, ya que la membrana que le limita es flexible y elástica, así que se mueve extendiéndose. Para avanzar, extiende hacia adelante una protuberancia llamada pseudópodo (falso pie), a la cual afluye posteriormente todo su cuerpo. Para alimentarse también utiliza un pseudópodo, cercando completamente a otros protozoos más pequeños. Una vez que cierra la membrana, la ameba empieza a digerir; esta forma de alimentación se llama fagocitosis. La ameba se reproduce simplemente dividiéndose en dos. Cuando las condiciones se hacen desfavorables segrega una concha dura que la rodea hasta formar un pequeño quiste muy resistente. Este quiste protector puede ser llevado lejos por el viento sin sufrir daño alguno.
TIPO: Protozoos Biología: Libre o parásito
CLASE: Rizópodos o sarcodinos Alimentación: Por fagocitosis
ORDEN: Amebinos Reproducción: División en dos
CARACTERÍSTICAS: Particularidades: Uno o varios
Diámetro máximo: 3 mm. núcleos
Locomoción: Movimientos Forma de resistencia:
ameboides Enquistamiento
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